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cruz del sur

té para ¿tres?

La mujer está cerca de su octava decena de años. Tomábamos el té con pasmosa serenidad de cementerio y de pronto, hizo a un lado el bastón de entre sus manos y lanzó su confesión…

“Mirá, nena… si yo encontrara ahora un buen hombre que me quiera, no dudaría en casarme con él. Vos deberías hacer lo mismo…”

GLUP.
Mal trago. Tos y el agua hirviente de la taza en mis rodillas.

Tal vez el consejo no era tan malo, pero no quise recordarle que había sido su hijo el bisturí de mi corazón abierto de lado a lado.
Me conmovió su sinceridad.

Y esa noche me quedé pensando...

qué fácil se vuelve el camino
cuando uno sabe exactamente
hacia a dónde va
........

pero
ojalá yo jamás, quiera saberlo

rojAmhieL

3 comentarios

Mariela -

vos sabés que quien llega a cuestionarse la vida a cierta profundidad bajo la superficialidad de la mayoría de la gente JAMAS debería seguir un consejo semejante porque la sabiduría no se aprende, se adquiere, volá tía, a ver dónde caés...

Coca -

Me parece lo mas sensato del mundo lo que te dijo la Sra.
Hacele caso

Coca -