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cruz del sur

Una Palabra

Una Palabra Se acercó al escritorio del espectro de guardapolvo, sigiloso, sin decir nada, sus ojos despiertos estudiando ese rostro seco, severo, como el mármol gris que va tiñendo a la Historia de los próceres.
Cuando los lentes se fijaron en él creyó que iba a temblar pero no, extendió la hoja y su lápiz con una sonrisa fresca escapándose de sus labios.

"¿Te ayudo?", preguntó la profesora con la voz rancia de su sabiduría.
"Terminé”, dijo tan seguro como pudo. “Una reflexión de mil oraciones no explicaría con exactitud el concepto…”
“La consigna es clara, el tema más que conversado, merece al menos un párrafo de opinión”

Él recibió su hoja sin decir nada. Dio media vuelta y caminó hasta su banco al lado de la ventana abierta. Se oía el canto de los pájaros revoloteando en el ceibo. Cerró los párpados y se concentró en su papel a rayas. Había unas cuantas letras remarcadas en tinta negra formando una respuesta.
Sin ensayarlo, los renglones se fueron transformando en barrotes, algunos más anchos, otros más largos o más cortos, pero siempre sólidos… y allá abajo y adentro: LIBERTAD, una única palabra esperando sola, a quien la sepa pronunciar…

hidromhiel

1 comentario

rojA -

Si no pensara en ésto cada día antes de atravezar esos corredores, casi nada tendría sentido.