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cruz del sur

despertares

despertares Todavía no había amanecido pero traía el sol en los ojos. La ventana abierta toda la noche aportó el cielo necesario para darnos tiempo y nos acomodamos de cara al azul entre las sábanas frescas.

Ni su lengua ni mis manos se atrevieron a quebrar ese milagro…

El viento acorraló sus nubes con olor a abril y sacudió su deseo sedoso entre nosotras…Mmmmmm…..Placer de piel estremecida con dedos de otoño…

La acaricié sin tocarla y se dio vuelta en la almohada para seguir soñando. El rojo pobló la habitación. Ya era de día y la dejé.

Serenamente… ronroneaba.

mhiel

2 comentarios

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pensándolo bien... tal vez lo sea

rojA -

Maeve tiene 18 años y si no fuera una gata, sería mi espíritu.