night mare
El insomnio me sofocó de luces y fue inútil intentar darle respuesta. Se oía en los techos el galope desbocado del tiempo y la constante seguridad de su acecho en ésta piel
The night mare is soft but skillful
like a black wind upon my eyes.
Creí que nunca iba a volver. Habían pasado eternos años desde sus frecuentes visitas, sus bufidos helados en mi almohada y los cascos fuertes arañándome la sien.
Anoche fue diferente. No estaba Lu oyéndome de cama a cama. Y me acordé de esas mil madrugadas de llanto, ahogándome la cara. La angustia de una huída recurrente y la escucha atenta de mi hermana guardando otro secreto incorruptible, en el hueco tibio de ningún arcón
Otra vez el mismo sueño Siempre corro en laberintos de roca que suben y bajan y regresan Oigo voces y veo las antorchas . Nunca sé qué he hecho ni quién soy, pero la cacería se repite intacta . Sé que voy hacia la nada y sigo y cuando por fin alcanzo la cima no respiro, ni dudo, ni tiemblo . Salto y el viento me recibe y no existe otra sensación más liberadora que esa, de empezar a caer despacio y seguir cayendo en un abismo del que no conozco el fondo
Tenía no más de quince años cuando supuse que si descubría aquel lugar gris de mis pesadillas, rompería el hechizo para soltar mi alma de esa montura imposible Busqué como un demonio exorcizando ángeles, busqué explicaciones, amuletos, sortilegios y escribí para purgarme de cien modos, la historia sin historia de esa mujer sin final.
Pero anoche no hubo testigos y nunca sabré cómo encontró ésta casa.
Imagino que en el cielo de sus crines sabe cómo dibujarse cualquier mapa.
Anoche no hubo sueño. Yo meditaba y ella simplemente vino a mí, a envolverme con sus mantos de carbón y diamante, fuego y escarcha de igual intensidad Volví a sentir la fuerza de un galope seco en la garganta, el relincho rojizo amordazarme el corazón y me asomé al filo de aquel último peñasco, donde el llanto rompiente de las olas espera y acuna todavía, algún dolor.
El mismo dolor que eleva y me aletarga.
El dolor de una búsqueda infértil de rumbos.
Y el ansiado dolor de esa caída que se pierde en infinitos
Y a pesar de todos los saltos no termina jamás.
*
mheL
Para escuchar con aires de cliff of moher y acompañarme a llorar...
The night mare is soft but skillful
like a black wind upon my eyes.
Creí que nunca iba a volver. Habían pasado eternos años desde sus frecuentes visitas, sus bufidos helados en mi almohada y los cascos fuertes arañándome la sien.
Anoche fue diferente. No estaba Lu oyéndome de cama a cama. Y me acordé de esas mil madrugadas de llanto, ahogándome la cara. La angustia de una huída recurrente y la escucha atenta de mi hermana guardando otro secreto incorruptible, en el hueco tibio de ningún arcón
Otra vez el mismo sueño Siempre corro en laberintos de roca que suben y bajan y regresan Oigo voces y veo las antorchas . Nunca sé qué he hecho ni quién soy, pero la cacería se repite intacta . Sé que voy hacia la nada y sigo y cuando por fin alcanzo la cima no respiro, ni dudo, ni tiemblo . Salto y el viento me recibe y no existe otra sensación más liberadora que esa, de empezar a caer despacio y seguir cayendo en un abismo del que no conozco el fondo
Tenía no más de quince años cuando supuse que si descubría aquel lugar gris de mis pesadillas, rompería el hechizo para soltar mi alma de esa montura imposible Busqué como un demonio exorcizando ángeles, busqué explicaciones, amuletos, sortilegios y escribí para purgarme de cien modos, la historia sin historia de esa mujer sin final.
Pero anoche no hubo testigos y nunca sabré cómo encontró ésta casa.
Imagino que en el cielo de sus crines sabe cómo dibujarse cualquier mapa.
Anoche no hubo sueño. Yo meditaba y ella simplemente vino a mí, a envolverme con sus mantos de carbón y diamante, fuego y escarcha de igual intensidad Volví a sentir la fuerza de un galope seco en la garganta, el relincho rojizo amordazarme el corazón y me asomé al filo de aquel último peñasco, donde el llanto rompiente de las olas espera y acuna todavía, algún dolor.
El mismo dolor que eleva y me aletarga.
El dolor de una búsqueda infértil de rumbos.
Y el ansiado dolor de esa caída que se pierde en infinitos
Y a pesar de todos los saltos no termina jamás.
*
mheL
Para escuchar con aires de cliff of moher y acompañarme a llorar...
2 comentarios
rojA -
gracias por ... todo
zoroastros -