Blogia
cruz del sur

night mare

night mare El insomnio me sofocó de luces y fue inútil intentar darle respuesta. Se oía en los techos el galope desbocado del tiempo y la constante seguridad de su acecho en ésta piel…

The night mare is soft but skillful
like a black wind upon my eyes.

Creí que nunca iba a volver. Habían pasado eternos años desde sus frecuentes visitas, sus bufidos helados en mi almohada y los cascos fuertes arañándome la sien.

Anoche fue diferente. No estaba Lu oyéndome de cama a cama. Y me acordé de esas mil madrugadas de llanto, ahogándome la cara. La angustia de una huída recurrente y la escucha atenta de mi hermana guardando otro secreto incorruptible, en el hueco tibio de ningún arcón…

“Otra vez el mismo sueño… Siempre corro en laberintos de roca que suben y bajan y regresan… Oigo voces y veo las antorchas…. Nunca sé qué he hecho ni quién soy, pero la cacería se repite intacta…. Sé que voy hacia la nada y sigo y cuando por fin alcanzo la cima… no respiro, ni dudo, ni tiemblo…. Salto y el viento me recibe… y no existe otra sensación más liberadora que esa, de empezar a caer despacio… y seguir cayendo en un abismo del que no conozco el fondo…”

Tenía no más de quince años cuando supuse que si descubría aquel lugar gris de mis pesadillas, rompería el hechizo para soltar mi alma de esa montura imposible… Busqué como un demonio exorcizando ángeles, busqué explicaciones, amuletos, sortilegios… y escribí para purgarme de cien modos, la historia sin historia de esa mujer… sin final.

Pero anoche no hubo testigos y nunca sabré cómo encontró ésta casa.
Imagino que en el cielo de sus crines sabe cómo dibujarse cualquier mapa.

Anoche no hubo sueño. Yo meditaba y ella simplemente vino a mí, a envolverme con sus mantos de carbón y diamante, fuego y escarcha de igual intensidad… Volví a sentir la fuerza de un galope seco en la garganta, el relincho rojizo amordazarme el corazón y me asomé al filo de aquel último peñasco, donde el llanto rompiente de las olas espera y acuna todavía, algún dolor.

El mismo dolor que eleva y me aletarga.
El dolor de una búsqueda infértil de rumbos.
Y el ansiado dolor de esa caída que se pierde en infinitos…
Y a pesar de todos los saltos no termina… jamás.

*

mheL

Para escuchar con aires de cliff of moher y acompañarme a llorar...

2 comentarios

rojA -

eso.... Están siempre ahí, como la sombra de ser uno mismo y sus circunstancias, y eso no cambia ni antes ni después de dormir.

gracias por ... todo

zoroastros -

Ese sueño que embarga, que trasnporta, que trata de instalar la rutina de pesadillas, para imantar su imagen en tus retinas. Conozco la sensacion, hace tiempo trate de no dormir para escapar de mis pasadillar y tambien para probar que podia estar sin dormir, al final todo se resumio a que los sueños estan siempre ahi, acechando, jugando con nuetra memoria. Solo no hay que olvidar de abrir los ojos.