Epidemia
Alguien me dijo últimamente,
que la fantasía es un perfume raro en el aire,
una condensación de sueños y deseos
con poder de alucinar a escasos sorbos.
Pero seguramente no es época
o los frutos dispersan su maduración.
Hace días que recorro las sombras en las calles
y noches, que soy una más en la legión.
No veo los colores ni distingo melodías.
No hay burbujas centellando en mis retinas
ni un canto en el viento ni un rocío tentador...
Los sonidos de la nada son siempre igual de turbios.
Un reflejo del cansancio enmarcado en mi mirada...
lata, cemento, piedra, plomo, más gris.
Los pies eternos del descalzo están inmunes.
Un poco de barro les entibia el asfalto
y otra vez el tono del hambre envuelta
en un mendrugo... sin hervir.
El rancio es indeleble todavía.
Las manos se aferran al tugurio y no hay nada
mas allá de la cornisa... ni siquiera el impulso de saltar.
Pero la idea es felizmente corrosiva,
ácida sagaz y pestilente
agazapada en la esquina de un secreto
juega a esperar que el imposible se desgrana
cada vez que el azul de una metáfora
atraviesa el umbral de los espejos...
La realidad hace metástasis. Y aparenta declararse una epidemia...
por eso liberamos las palabras,
desplegamos los matices,
aventamos los acordes
y rompiendo febriles cuarentenas
apostamos... a vivir.
rojA
que la fantasía es un perfume raro en el aire,
una condensación de sueños y deseos
con poder de alucinar a escasos sorbos.
Pero seguramente no es época
o los frutos dispersan su maduración.
Hace días que recorro las sombras en las calles
y noches, que soy una más en la legión.
No veo los colores ni distingo melodías.
No hay burbujas centellando en mis retinas
ni un canto en el viento ni un rocío tentador...
Los sonidos de la nada son siempre igual de turbios.
Un reflejo del cansancio enmarcado en mi mirada...
lata, cemento, piedra, plomo, más gris.
Los pies eternos del descalzo están inmunes.
Un poco de barro les entibia el asfalto
y otra vez el tono del hambre envuelta
en un mendrugo... sin hervir.
El rancio es indeleble todavía.
Las manos se aferran al tugurio y no hay nada
mas allá de la cornisa... ni siquiera el impulso de saltar.
Pero la idea es felizmente corrosiva,
ácida sagaz y pestilente
agazapada en la esquina de un secreto
juega a esperar que el imposible se desgrana
cada vez que el azul de una metáfora
atraviesa el umbral de los espejos...
La realidad hace metástasis. Y aparenta declararse una epidemia...
por eso liberamos las palabras,
desplegamos los matices,
aventamos los acordes
y rompiendo febriles cuarentenas
apostamos... a vivir.
rojA
2 comentarios
gris -
desplegamos los matices,
aventamos los acordes
y rompiendo febriles cuarentenas
apostamos... a vivir
y a ser libres!!!
este suspiro del viento mas libre e intrepido, me dejo un sabor de seguir y seguir mas alla de ideales, mas bien de convicciones, muy buen mensaje!!!!
mis felicitaciones
saludos
gris
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pekennia -
la maduración, profundidad y destello de entrega, de la mano de rojahmel
saludos.
pekenia