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cruz del sur

diagnóstico reservado

Existen noches como ésta, en que me pregunto para quién escribo... y aunque la respuesta sea "para nadie", trato de imaginar alguna sombra, del otro lado de ésta caja de fantasía.

Sé que si éste blog no hubiera sido un regalo de él, La cruz del Sur no existiría. Yo jamás la hubiese abierto Y es extraño. Quien creó éste rincón para leerme, fue herido y devorado por esas palabras que amable, cobijó.

Hoy escribir es un reto. Camino por una cuerda floja cada vez que estampo una sílaba y no soy dueña de ningún eco, no tengo excusas, ni fronteras, ni perdón.

A esta altura de la historia, puedo confesar que escribir es patológico, al menos en mi caso. Una terrible adicción al elixir que refleja cada letra después de ser trazada. Y una necesidad suprema de despojarme de éste lastre de ideas, para no naufragar en mis corrientes.

Suena a egoísmo intransigente.
Nada de "escribo para compartir lo que siento" o "escribo para brindarme a... quien sea".
No.
Escribo para no desangrarme, para evitar que me estalle el cerebro en mil esquirlas. Escribo para recordar, para amar, para creer, para soñar, para olvidar...

Y muy seguramente, escribo para imaginar que vivir todavía guarda algún sentido. Aunque ninguna hoguera relumbre en ésta playa
desde que ... me perdí

mheL

3 comentarios

mariela -

roja: acabo de descubrirte por casualidad. Y si, escribir es patológico, precisamente por eso no hacen falta razones, motivos, escribir es pasional, inevitable. Un saludo. Contactame, me gustaría enviarte material mío. Uh! acabo de descubrir tu mail. Adeu

rojA -

como siempre, gracias por estar Lunita

killa -

no son pocos los motivos que tenes para escribir... para quien sea.