eco y corazón
Lloró lágrimas mudas, que son mas dolorosas y tardan mas en secarse. Lloró sin prejuicios, sin reproches, sin rencores pero no sin lástimas, porque estaba desarmado y débil, como un pájaro en la mira de alguien.
No sé cuánto duró ese encuentro. Podía sentir su corazón, su respiración y sus músculos. No me soltó ni lo solté. No podía resistirme a esa fuerza invisible que nos sostenía en el aire, como el viento. Y era extraño... un espíritu desconocido en un abrazo hondo, que a pesar de la estrechez y el contacto, estaba mas allá de cualquier piel y de cualquier abrazo.
roja
de algún recuerdo intergaláctico
No sé cuánto duró ese encuentro. Podía sentir su corazón, su respiración y sus músculos. No me soltó ni lo solté. No podía resistirme a esa fuerza invisible que nos sostenía en el aire, como el viento. Y era extraño... un espíritu desconocido en un abrazo hondo, que a pesar de la estrechez y el contacto, estaba mas allá de cualquier piel y de cualquier abrazo.
roja
de algún recuerdo intergaláctico
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