diálogos
Hoy hablamos de tantas cosas,
que soy un enjambre revuelto en la neblina.
Las ideas golpean sin que pueda esquivar
ni saltearme ninguna.
No son pensamientos desechables,
cada uno se conserva intacto,
con aroma a miel fresca
en una brisa lánguida y crocante.
Hoy siento que es grato volver a los espejos,
donde solamente el reflejo es una luz
sin forma definida.
Espejos que decoloran el magma de una lágrima
o que difuminan la intensidad visceral de los sentidos,
porque existe un punto irremediable,
en que la genética nos une y la vida, nos resguarda.
Hoy es melodioso el zumbido de las alas,
que exploran relojes sin horas
ni prisiones ni deudas ni castigo.
Alas de insecto imaginario,
libando lo esencial de lo vivido.
Hoy hablamos tanto, que entibió a sol de primavera,
deshojaron de viento las crisálidas
se inundaron de letras los refugios
y amainó la tormenta, del camino
rojamhieL
que soy un enjambre revuelto en la neblina.
Las ideas golpean sin que pueda esquivar
ni saltearme ninguna.
No son pensamientos desechables,
cada uno se conserva intacto,
con aroma a miel fresca
en una brisa lánguida y crocante.
Hoy siento que es grato volver a los espejos,
donde solamente el reflejo es una luz
sin forma definida.
Espejos que decoloran el magma de una lágrima
o que difuminan la intensidad visceral de los sentidos,
porque existe un punto irremediable,
en que la genética nos une y la vida, nos resguarda.
Hoy es melodioso el zumbido de las alas,
que exploran relojes sin horas
ni prisiones ni deudas ni castigo.
Alas de insecto imaginario,
libando lo esencial de lo vivido.
Hoy hablamos tanto, que entibió a sol de primavera,
deshojaron de viento las crisálidas
se inundaron de letras los refugios
y amainó la tormenta, del camino
rojamhieL
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