cima y alud
								
				
				Me resisto a creer que nada importe, pero el camino es cuesta arriba y mi equipaje se remonta al infinito. Como esa vez , mi primera montaña, kilos imposibles de fierros en mi espalda (soga, arnés, escala, pico, clavos, grampones, mosquetón
)Hundo los pies en el suelo, donde la picada se ensancha generosa hacia una trampa: cualquier lodazal.
Conozco el sendero, siempre el más difícil, la soledad pedregosa en espinillos y la sangre, pegada hasta los huesos.
Pero entonces hubo quien me lavara el cansancio, el frío, la noche, la herida. Entonces, tenía más que mis manos y dos pies Tenía el viento en el pecho y la ilusión en la cima Tenía el sueño desnudo de creer por querer.
Por eso, me resisto
a esperar mi terraplén
rojA
3 comentarios
rojA -
a los dos
zoroastros -
Juanjo -