arte corporal y fanatismos
Las señoras ocupaban la pantalla discutiendo acerca de los nefastos motivos que los adolescentes y jóvenes tienen, para abocarse al culto de piercing y tatuajes.
Generalmente no miro TV y mucho menos esa clase de programación, pero me interesó la dinámica de esa particular conversación de mujeres de mi edad
Aseguran mis amigos, que la cronología no condice con ninguna ecuación matemática y aunque es un modo bonito de llamarme inmadura, lo acepto cada vez más de corazón.
Pero volvamos a las señoras que ya habían arribado a tajantes y categóricas conclusiones, a saber:
las intervenciones punzantes en el cuerpo son agresiones
éstas prácticas buscan acentuar el placer y el erotismo
son auto-marginantes
expresan la disconformidad con uno mismo
generalmente denotan psico patías
El que no hayan investigado nada sobre el origen milenario de éstas costumbres, no me sorprende tanto como la frialdad con que las damas bien, trazan la franja-línea que separa y une su propia fribolidad
Mientras puteaba bajito fui sacando cuentas.
Ninguna de ellas tenía el cabello de un tono original.
Algunas lucían rostros de catálogos de bisturí.
Otra se sometió a una operación para lucir más tetas.
Y de aquella se sabe tenía ojos de otro color cuando se inició en el mundo de la moda
Pero claro éstas sutiles patologías, son socialmente chic
rojamheL
para ver más cultura maori
Generalmente no miro TV y mucho menos esa clase de programación, pero me interesó la dinámica de esa particular conversación de mujeres de mi edad
Aseguran mis amigos, que la cronología no condice con ninguna ecuación matemática y aunque es un modo bonito de llamarme inmadura, lo acepto cada vez más de corazón.
Pero volvamos a las señoras que ya habían arribado a tajantes y categóricas conclusiones, a saber:
las intervenciones punzantes en el cuerpo son agresiones
éstas prácticas buscan acentuar el placer y el erotismo
son auto-marginantes
expresan la disconformidad con uno mismo
generalmente denotan psico patías
El que no hayan investigado nada sobre el origen milenario de éstas costumbres, no me sorprende tanto como la frialdad con que las damas bien, trazan la franja-línea que separa y une su propia fribolidad
Mientras puteaba bajito fui sacando cuentas.
Ninguna de ellas tenía el cabello de un tono original.
Algunas lucían rostros de catálogos de bisturí.
Otra se sometió a una operación para lucir más tetas.
Y de aquella se sabe tenía ojos de otro color cuando se inició en el mundo de la moda
Pero claro éstas sutiles patologías, son socialmente chic
rojamheL
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