Cazador de mariposas

Él iba por la vida
Siempre a mano su calderín
sedoso
siempre atenta
la mirada especialista
buscando una imagen
sonora
visual
perceptible apenas
entre el tumulto de sus días grises.

Iba de cazador
camuflado esmero
entre metáforas
sobrevolando hiatos
o montando sinalefas.

Tenía la piel
moteada de simplezas
y una voz amiga de susurro
y cántaro,
soñolientos corros
prohibidos rituales
y el sabor, a punto
del monte y el oasis.

Hábil espera
de las alas tibias
de sol en los ojos
de arena en la boca
de grito en la frente
hasta que una llegue
Y se pose en su hombro

Caricia
Manantial
Nube
Luciérnaga
nada rompe su red coleccionista
espécimen turbio
y domador de ninfas

unas van, otras se quedan
algunas siguen
muchas se extinguen
revolotean
sigiloso vuelo

clandestino puerto el abrazo
de aquel que nunca promete
que nunca se aquieta
de expedición y marcha
tras el suspiro
sombra
rayo
fantasma

de otras alas plateadas
calmando su sed

mariposa
ninfa
o dragón...

rojA

PS recuerdo póstumo al cazador cazado que alguna vez soñó soñar.

PS si no me conociera a mí misma diría que soy rencorosa, pero lo cierto es que dondequiera que él esté, le deseo lo mejor.